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“El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como
experiencia vacía es una de las mejores”.
“Sólo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el
sexo y la segunda no me acuerdo”.
“El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír”.
“¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?”
Ya dije en el capítulo sobre el enamoramiento y el
amor que la práctica sexual es el puntapié inicial y base de toda relación de
pareja.Lo espiritual, la concordia mental entre los dos integrantes de la
pareja obvio que es importante.Pero así como el sexo no lo es todo,
tampoco lo es todo la parte no sexual del amor.
Hipócritamente todavía, a pesar de estos tiempos de
(supuesta) liberación sexual, se sigue viendo al sexo como algo “tabú”, como
algo que no se puede ni se debe hablar abiertamente con los hijos ni con
mayores con los que no tengamos relaciones amistosas íntimas o de una mediana
confianza.Ante esto, si al sexo lo personificáramos en una persona, esta sería
el ser humano más injustamente “ninguneado”.La persona que recibiría la más
grande de las ingratitudes.En esta actitud frente a la práctica sexual se ve
claramente como (lo dije en el prólogo) las religiones siguen influenciando en
muchas personas en temas que tienen que ver con la relación de pareja.
Aún una mayoría de personas que conservan una buena
relación con su pareja, dice, hipócritamente, que lo que más la une a su amor
es la “comunión espiritual”, que el sexo es “…importante, sí….eh, pero algo totalmente
secundario.Importante, pero muy por detrás de lo
espiritual” Pero bien sabemos que el dejar de “funcionar bien en la
cama” es una de las causales de separación más comunes…Sino pregúntenle a
sexólogos y psicólogos.El no tener más “feeling” en la cama altera la vida,
incluso, de aquellas parejas que funcionan bien en lo espiritual.O a veces, al
revés: El mantenimiento de una buena práctica sexual conserva unidas a dos
personas que, más allá de eso, no se llevan lo suficientemente bien en los
otros ítems que hacen a una pareja.
Todo esto nos dice que el sexo es tan importante como
la faz espiritual de la pareja.”Segundearlo” es de hipócritas…Y no nos debemos alarmar por su enorme importancia:
La práctica del sexo es algo natural que, bien llevada, hace muy bien…No es un
nefasto invento del Hombre.
Tal vez muchos de los que estén leyendo este libro me
criticaron cuando yo he emparentado el comportamiento humano con el animal…Pero
somos animales.Y así como se demuestra esto en la forma de “enamoramiento”
(proceso químico) que ya expliqué, también se ve en la práctica del sexo…
Somos animales…Cuando nos dirigimos con palabras a
nuestro ser amado, lo hacemos generalmente con mucha dulzura.Lo mismo cuando lo
abrazamos, lo besamos…¿Pero se han visto ustedes sus rostros cuando están
haciendo el amor y, ante todo, cuando la excitación ya va increscendo y se está
cerca del orgasmo?...Los gestos no parecen indicar que se está amando…Son
gestos agresivos, de mirada malamente penetrante.Muelas apretadas…El varón,
frente a la mujer que ama, en el momento de éxtasis, tiene exactamente los
mismos gestos que un violador en idéntico momento…Veamos a los otros
animales…Un león sobre la leona…Por sus gruñidos y por como muestras sus
colmillos parece que debajo de él hubiera una cebra.No hay diferencia en los
gestos faciales ni en su mirada que cuando está dando muerte a un herbívoro o
ya consumiéndolo…Al león le gusta hacer algo que a la leona le da enorme
placer: Suaves-y a veces no tan suaves-mordiscos en el cuello…¿Les suena?...
Tanto el hombre como la mujer, en el momento cumbre,
tienen más gestos de agresión, de instinto asesino que de amor en sí…Nadie
sonríe en medio del orgasmo ni poco antes de este, ni hay miradas dulces y
candorosas (“El sexo es lo
más divertido que se puede hacer sin reír”
Woody Allen).Y con sus miradas penetrantes hacia sus parejas, las mujeres piden más
fuerza bruta en ese momento, y emiten pedidos de agresión y no afectuosos:
Partime, rompeme, destrozame…La deformación, exageración de todo esto es el
sadomasoquismo.En eso no
somos como los animales…
En el sexo, a nivel estético, ¡¡¡¡es la mujer la que
está en desventaja!!!...Increíble…Por lo menos en una les ganamos…¿Por qué?.Por
el gusto de los hombres, las mujeres deben cuidar de sus senos, de su cola y
sus piernas…El hombre, prácticamente de nada…
Sobre el gusto de los hombres de morder senos y
succionar pezones mucho se ha hablado ya, desde Freud a nuestros días…¿Pero por
qué los hombres tenemos obsesión por las gambas, cuando estas no son en
realidad algo tan sexual como los senos, el culo y obvio la vagina? (una
muestra de esto es que suelen ir bien destapadas, a diferencia de las otras
partes).Ni siquiera como la boca y los labios, ya que al recorrer con nuestro
labios las piernas no obtenemos el mismo placer que con un beso boca a
boca…Sucede que las piernas son el camino más directo y cómodo al destino más
deseado: La vagina…Si la vagina estuviera en las axilas, nadie le diría a las
mujeres “qué lindas piernas tenés”…Y sí así fuera, hoy todas ellas estarían en
los gimnasios tratando de estilizar sus brazos y no sus piernas.Además “el
abrazo” de las piernas en la penetración (según la posición) es más importante
que el abrazo propiamente dicho.
La mayor obsesión de los hombres (aunque esto puede
variar según la idiosincrasia de cada país) es el culo…En las primeras etapas
de la evolución humana, cuando caminábamos en “cuatro”, ese (el trasero) era el
“paisaje” que el macho tenía por delante en las largas caminatas (o mejor dicho
“gateadas”).Por atrás, era la posición en la que más arremetía el hombre, porque
así la hembra era sorprendida y tenía menos posibilidades de defenderse.A esto
también quizá se deba que la posición “perrito” sea la más apreciada, además de
que proporciona placer en partes iguales a ambos.Y es la única posición que practica
el resto de los animales.Recuerden que de ellos descendemos…Los antropólogos
últimamente tienen una nueva teoría (que se agrega sin suprimir a las antes
explicadas) de porqué la posición “perrito” era la más usual: En dicha posición
el hombre estaba más alerta sobre el entorno, avistando pronto a cualquier congénere
o animal carnívoro que se acercara a
atacarlos…También la cola es la única de las “partes sexuales” del cuerpo
femenino que el hombre puede acariciar con suma comodidad cuando se besa de
pie.El culo también hace que admiremos los grandes pechos…Si prestan atención,
el nacimiento de la “raya” del trasero guarda enorme similitud a la “raya”
marcada entre dos pulposos senos…
Incluso la vagina debe mantenerse en buen estado: No
es agradable para los hombres que esta tenga labios muy dilatados.
El hombre en cambio-para y por el gusto de la
mayoría de las mujeres-no debe cuidar obsesivamente
ninguna de sus partes.Es indudable que la belleza femenina es muy superior a la
masculina en cuanto a variedad…En los últimos tiempos se ha puesto de moda que
las mujeres se fijen en la cola masculina.Algo impensado hasta hace pocos
años.Y debido a eso muchas estarían en desacuerdo en cuanto a que-como
afirmo-el hombre no debe obsesionarse con su físico tanto como lo hacen ellas.Para
mi esto no es un sentimiento o gusto auténtico en las mujeres.Solo es una
reacción para tratar de emparejar los tantos en el único ítem (teniendo en cuenta
los espirituales y sexuales) en el que ellas están en desventaja.Algo así
como…”Ustedes (los hombres) no se queden tranquilitos que también, como nos preocupamos
nosotras por nuestro físico por culpa de la obsesión de ustedes, ustedes ahora
también tienen que preocuparse”…Solo por eso dicen que se fijan en un “culito
bien paradito”.No es creíble.Sobre todo por la rapidez con la que apareció ese
nuevo gusto femenino.Es tan poco creíble como si de acá a unos escasos años los
varones…dejáramos de fijarnos en el culo de ellas.Para constatar esta falacia
de otra manera: Durante la práctica del sexo, ¿qué está más tiempo visible,
teniendo en cuenta las distintas posiciones?: ¿El culo de la mujer a la vista
del hombre, o el culo masculino a la vista de la mujer?...
Habrá casos de mujeres que no se bancan a los
panzones, pero otras dicen que unos pectorales y abdómenes muy trabajados son
algo totalmente artificial y nada agradable…Por cada hombre obsesionado en un
gimnasio para mejorar determinadas partes de su cuerpo por pedido de su pareja
o “para que me miren las minas”, hay 100 mujeres tratando de mejorar o mantener
apetecibles ya saben que partes, en gimnasios o en quirófanos.En cuanto al
famoso tema del tamaño del pene…El conducto vaginal tiene en promedio 10 cms de
largo.El clítoris, que no está en el conducto vaginal propiamente dicho, sino
en la unión de los labios menores de la vulva, es el que concentra la mayor
parte del placer.Y la mayoría de las terminaciones nerviosas que dan placer
dentro de la vagina, se encuentran en los primeros centímetros del conducto.Por
todo esto los sexólogos afirman que un pene de 7 cms (lo que para todos los
machos sería una terrible catástrofe…) da más placer que uno de “dimensiones
soñadas” (léase enorme), ya que uno así puede provocar dolor en el útero…
Ya hemos visto que el varón tiene una avidez sexual
mayor que la mujer.Y que debido a ello es recurrente la queja femenina del
“solo piensan en eso”, como así también sea el hombre (siempre hablando del
inicio de una relación seria) el que primero insiste con la primera vez entre
ambos.Esto es una verdad irrefutable.Pero, debido a esto, a veces el hombre se
ve inmerso en una “dictadura sexual femenina”.¿A qué me refiero?...A los
hombres también a veces “nos duele la cabeza”…Sí, señoras…Aunque no lo quieran
creer.No hay que confundir “mayor avidez sexual” con “siempre el hombre quiere, y enseguida”.En ciertas
oportunidades un hombre, a pesar del enamoramiento que está sintiendo, no
siente, no le “da” aún para “solicitar” (enseguida) el primer revolcón.Muy
pocas veces pasa esto, pero pasa.¿Pero qué termina sucediendo?...Aunque parezca
mentira, es el varón el que es presionado por la mujer para hacer el amor.Y
cede.Por eso lo de “dictadura”.¿Por qué cede?.Porque sabe que es lo que piensan
las mujeres en general ante esa situación: Las mujeres, frente a un caso así,
tienen la idea de que ese hombre que están conociendo es gay, y las quiere usar
a ellas de “pantalla” o de experimento para ver si cambia.O que tiene alguna
disfunción sexual y por eso retrasa el momento a más no poder.Ante esto,
cualquier macho que se precie de tal (más allá de la fortaleza de carácter que
tenga) no lo piensa dos veces y se tira de cabeza en las sábanas, antes de
perder lo que se conquistó…Es verdad que en ciertas oportunidades algunos de
esos problemas son los que tienen los varones y por eso-extrañamente para los
estándares habituales-retrasan el pedido de la primera vez.Pero otras muchas
veces no es así, y ese varón heterosexual sin disfunciones sexuales, accede a
hacerlo bajo presión, como muchas veces le ocurre a las mujeres en parejas recién
en el inicio o consolidadas.Sepan las mujeres que esto ocurre.Poco, pero
sucede.¿Y por qué un varón sin los problemas antes mencionados a veces no se
muestra “encarador” en este asunto?...Una causa es realmente un misterio
natural.A mi me sucedió una vez…Estaba muy metejoneado, pero no me daba aún
para el primer revolcón.Y realmente nunca supe porqué…Obvio, unas citas más y
fue ella la que me “buscó”…Y, tontamente o no (por miedo a perderla), cedí…Y me
gustó mucho hacerlo con ella, con lo que se comprobó (lo digo para ustedes,
porque yo no tenía dudas) que mi falta de insistencia no se debía a que ella no
me gustara…Un misterio, como dije antes.Otra causa puede deberse a que todo
hombre sabe que muchas mujeres son muy exigentes en lo sexual “desde el vamos”.Y
bien que lo aclaran.Es decir, esperan que ese varón ya en la primera sesión
amorosa entre ambos sea perfecto…Y bajo presión las cosas no salen bien…Muchas
mujeres lo dicen abiertamente: En el primer revolcón le toman al hombre un
auténtico examen.Si el varón no lo aprueba, ya ellas tiran abajo la incipiente
relación.Obvio que muchos hombres también toman de manera “exprés” este examen
a sus mujeres.
Dentro de este subtema (“primera vez entre ambos”)
los hombres siempre tenemos que tener mucho “timing”, debemos saber manejar muy
bien los tiempos.Aunque como ya afirmé, al no haber dos seres humanos
mentalmente hablando igual a otro, en verdad no se puede hablar en general de
“estrategias”…Bien, voy al punto:Para muchas mujeres, si un varón insinúa
querer el primer revolcón al final de la tercera cita, ese varón es un
degenerado...Para otras muchas, si un hombre no lo propone ya en la primera
cita, es un estúpido “lenteja”…
Pero bien, si hasta aquí en este tema del sexo los
hombres veníamos con más ventajas…Se nos acabó lo que se daba.Aquí viene otro
aspecto en el que ellas están en ventaja…Y para más, tiene que ver con el
centro de todo esto: El placer…En una única sesión de sexo, ¿cuántos orgasmos
podemos llegar a tener los hombres?.¿Y las mujeres?...Está a la vista.En
promedio, ellas pueden tener, en un mismo lapso de tiempo, más orgasmos que los
hombres.Y no solo es una cuestión de cantidad, sino también de calidad.Un
orgasmo masculino, es decir, lo que dura la eyaculación…Unos pobres
segundos…Pero la mayoría de los orgasmos femeninos suelen durar bastante más
que los nuestros.¡Hasta 23 segundos!...Además ellas, luego de experimentar
numerosos orgasmos, pueden querer seguir “jugando”.Mejor dicho, “quieren porque
pueden”.En cambio nosotros esperamos, luego de obtener la cantidad promedio de
eyaculaciones, un descansito…El gasto de energía es mucho mayor en el hombre
que en la mujer, por eso quedamos “en la lona”, y, cuando en la mayoría de las
veces ellas piden más, nosotros la emprendemos con el cigarro, algún trago o
“la meditación trascendental”...Esto cuando somos jóvenes.Pasados unos años, ya
la emprendemos con los ronquidos.Es por ello que el hombre en general, luego de
hacer el amor, se vuelve “frío” hacia la pareja.El hombre termina agotado o casi.De las tres posiciones amatorias más
comunes-“el perrito”, “el misionero” y “ellas arriba”-, en dos el hombre hace
todo el gasto.Por ello el hombre en el acto sexual tiene mucho más descarga
física que la mujer, y por eso viene repentinamente ese lapso de descanso
corporal, al cual muchas mujeres, rompiendo las bolas, confunden con frialdad o
“extraño comportamiento”.
“Sofía
y Juan-ambos muy jóvenes-terminaron de hacer el amor.Sofía quería más.En cambio
Juan, de manera amable y hasta dulce, pero totalmente terminante, rechazó la
“invitación” de ella, y quedó dándole la espalda y enseguida comenzó a
dormitar…Obvio, Sofía, como toda mujer ante tal situación, quedó precocupada.Al
otro día, estos eran los pensamientos de ambos…Sofía: “¿Que le pasará a
Juanchi?…La mayoría de las veces que hacemos el amor, al terminar, queda
así…Distante, frío, extraño…¿Será él...o yo?...Yo, sí, yo, seguro.¿En qué
estaré fallando?.Pero, ¿por qué no me lo dice?.Él sabe que soy una mina
comprensible y paciente…¿Cuál será la causa de su ya casi desamor?...Estoy
preocupada.Yo le quiero mucho.¿Será que ya no me encuentra atractiva en la
cama?.¿O será algo por fuera de eso?.¿Será porque el otro día le propuse
casarnos o por lo menos comenzar a convivir?...¿O…?...¡¡Ya sé!!.¡¡Tiene otra,
el muy desgraciado!!...Bue, no sé…Sea lo que sea, lo hablaré con él, porque su
comportamiento luego de hacer el amor es muy grave”…Ahora el pensamiento de
Juan: “Uff…Ayer, como casi todos, fue un día duro de trabajo.Estaba agotado.A
ella tampoco la noté “a full”…Obvio, también labura y debería estar cansada.No
obstante todo eso la pasé bien en la cama con Sofi”.