viernes, 13 de enero de 2012

Capítulo 16: EPILOGUITO Para que no me odien


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Bien, después de todo lo que he dicho, ¿qué más podría decir?...

Si hicieron una lectura superflua y predispuestos a la crítica fácil y rápida de este libro (y digo crítica en su sentido académico), seguramente que me están calificando como el tipo más nefasto de la historia de la humanidad, como el “Señor odio” o “Señor anti-amor”.

Si se tomaron esta obra en serio y por ende hicieron un análisis frío, se habrán dado cuenta que esta es una crítica constructiva de las relaciones amorosas entre ambos sexos.Y quien quiere construir o reconstruir, tiene buenas intenciones.La aspereza de mis opiniones y de las conclusiones científicas se debe a que buscan la realidad y se basan en ella.Realidad que no he hecho yo (solamente) ni la ciencia.Realidad producto de nuestra naturaleza de humanos…Por eso digo yo que este libro puede, partiendo de la realidad, mejorar el entendimiento entre mujeres y hombres.Esa es mi intención…

Yo creo que todos los que leyeron este libro coincidirán en que la relación entre hombres y mujeres se halla en crisis…Entonces, como adultos que son, ¿qué prefieren ante una evidente enfermedad?.¿Qué un oncólogo les diga?: “No, no es cáncer”…¿O que les diga?: “Si, es cáncer, y esto, pienso, es el medio para la cura”…Una persona enferma solo puede sanarse si ella y sus médicos asumen la realidad, por más dura y antipática que esta sea.Solo partiendo de ella el diagnóstico será acertado y así puede llegar la sanación.

¿Y por qué está en crisis la relación de pareja?...Por el simple hecho que la inmensa mayoría de esas relaciones amorosas se fundan en la fantasía, en la ilusión, en la sin-Razón, y no en la realidad del comportamiento humano.Debido a ello la mayoría de la gente, tanto hombres como mujeres,
comienzan sus relaciones bajo las premisas de que sí o sí el amor es eterno y que solo la muerte lo detiene, de que la infidelidad es algo en lo que solo se cae, sí o sí, si la pareja entró en crisis, de que el nivel de pasión siempre será el mismo, sí o sí, y varios etc. ingenuos más (muchos dicen saber esto, pero una vez conformada la pareja no obran en consecuencia).Basadas las

relaciones en estas ideas esperanzadoras pero infundadas, cuando en la mayoría de las parejas tan solo uno de esos ítems optimistas comienza a resquebrajarse, los integrantes se sienten tan shockeados que es imposible que analicen la situación con el debido nivel de racionalidad.Como el pataleo de un niño cuando sufre una desilusión…Y al no razonar se va a la ruptura inexorablemente…o a una reconciliación sin fundamentos (“pan para hoy, hambre para mañana”).Y antes, lamentablemente, es común, como cada vez ocurre más, que se practique violencia tanto psíquica como física…En cambio si se arma, si se asume una pareja desde la realidad del comportamiento humano y sabiendo que el amor tiene su límite, es muy posible que esa pareja tenga más posibilidades de sobrevida.Por asumirla así, en esa relación habrá más comprensión mutua, ya que entenderá cada uno los defectos de género del otro.Y valorará más las virtudes…Que uno sepa y reconozca que el amor no es invencible o tiene su límite, no significa que se busque traspasar ese límite o que sea inevitable excederlo y por ende la relación naufrague.Todo lo contrario: Sabiendo que el amor no es lo que nos venden las canciones o novelas románticas y gurúes televisivos, estamos mejor armados-desde la sabiduría y la Razón-y predispuestos para no llegar a su límite.Y si lamentablemente, a pesar de los esfuerzos y la buena intención, el final llega, se debe asumirlo y entender que una relación para ser buena no tiene por qué ser sí o sí muy duradera.A veces, vínculos breves tienen más calidad afectiva que los extensos.

                
                  
                                     Defectos

                                  limitadores en la

                                   relación de pareja


MUJER
HOMBRE
1) Materialismo

2) Creencia en que el nivel alto de
pasión nunca decaerá.

1) Creencia en que el nivel alto de
pasión nunca decaerá.
3) Exigir sinceridad, pero muchas
veces no soportarla

2) Exigir sinceridad, pero muchas
Veces no soportarla


3) Excesiva inclinación al sexo.

4) Escasa inclinación al consenso.


5) Temor a la soledad.
4) Temor a la soledad (mucho
mayor que en la mujer)


5) Debido al punto anterior,
muestra un mayor grado de
dependencia
6) Pseudofeminismo (= machismo)
6) Machismo
7) Infidelidad
7) Infidelidad (mayor tendencia
que en la mujer)
8) Histerismo-inconformismo

9) Considerar a la procreación
como más importante que la
relación.



El factor limitador “1” lleva a la mujer, en gran porcentaje de probabilidad, a no encontrar al hombre adecuado para ella.Además, salvo que el hombre sea demasiado pasivo, la relación tendrá una base machista.Los factores “2” y “1”, en la mujer y el hombre, respectivamente, desata crisis-por hastío y desilusión-cuando la realidad llega…El factor limitador “3” en la mujer y “2” en el varón lleva al desentendimiento.El factor “3” del hombre provoca muchas veces que la mujer se vea obligada a hacer el amor.Puede provocar discusiones y problemas para alcanzar el orgasmo en la mujer, aún en las oportunidades en que las  relaciones son consensuadas.El factor limitador “4” en la mujer hace que el hombre se vea bajo presión.Incómodo, hastiado prematuramente…Estos estados son causales de violencia verbal o física del varón hacia la mujer…O, en una versión “suave”, llevan a la ruptura o no intentar reprimir el instinto de infidelidad.Los factores “5” en la mujer y “4” en el hombre llevan a conformar parejas como vía para escapar de la soledad.Así la pasión decaerá más rápido que lo acostumbrado, porque casi no la hubo.Además puede hacer perdurar parejas que nada bueno aportan a sus integrantes…El factor “5” en el varón puede producir a la larga el mismo efecto que provoca el factor “4” de la mujer: Tal vez un día ese hombre se canse de ceder la mayoría de las veces y reaccione con violencia, pidiendo la separación o practicando la infidelidad…El factor “6” lleva a un maltrato espiritual del hombre hacia la mujer, y viceversa cuando se da el pseudofeminismo.Aunque la presión en este último caso es sobre todo de índole económica.El factor “7”…De ser descubierta…Bueno, no hace falta aclarar a que lleva…El factor “8”…Simplemente, cansa al varón…El factor “9” (generalmente es más la mujer la que lo tiene) hace que uno de los dos (el que no considera a llegar tener hijos como meta primordial de la pareja) se sienta “ninguneado” cuando llega el hijo.Muchas mujeres, como ya expliqué, desatienden en casi todo o todo a sus parejas debido a este factor.Y la víctima comienza a buscar “soluciones” (por ejemplo, la infidelidad) que no son nada constructivas para la pareja…

Como ya dije, se debe asumir que el amor, por la naturaleza humana, tiene sus limitaciones propias.Y que cada sexo tiene las suyas a la hora de amar.Conformando con esta sabiduría la pareja, su base será sólida, y no de “barro” como cuando se sigue la visión clásica del amor.Y por ello así la relación tendrá más posibilidades de ser auténticamente placentera, más allá de lo que dure.Tal vez, la crisis, las desilusiones-y de allí las rupturas- se originen en que siempre-por tradición-esperamos mucho, demasiado del amor.Como que ponemos el listón muy, muy alto…En el punto “10”…Y en cuanto cae a “8”, que no es nada malo, lo tomamos como un fracaso, como algo insoportable…¿Y si, luego de todo lo visto en este libro, ponemos el listón en el “7”?.

Capítulo 15: LA NATURALEZA DE LAS COSAS V: AND THE WINNER IS...!!! ¿Cómo?, ¿no querían a los caballeros?.


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Siempre se nos dice a los hombres-y muchas veces esa voz proviene de las mujeres-que estas esperan que el hombre, ante todo, sea un caballero.Entendiéndose por “caballero” en esta oportunidad, a ese varón que no solo cumple con las acostumbradas delicadezas para con la mujer, sino que también es trabajador, responsable, cumplidor con la palabra empeñada, maduro, estable…En fin, como si habláramos de un alumno: Buena conducta y estudioso.

Pero, bueno, ya sospecharán hacia donde voy…

He sabido de casos de mujeres que inician relaciones-contra todos los consejos al contrario-con tipos “famosos” por su inestabilidad emocional, metecuernos consumados, haraganes, trasnochadores, chantas…Resumiendo: Atorrantes…Nada más alejado del estereotipo del caballero…Y para más, es sabido que por engraparse a algunos de esos, han dejado a parejas o candidatos que eran realmente todo lo contario a esas características, lo que constituye una flagrante contradicción con lo que ellas dicen buscar en un hombre.

¿Por qué sucede esto? (más allá de lo duradera que llegue a ser la relación entablada con esos hombres)…¿Por qué, cuando ellas buscan ante todo que el hombre sea un buen proveedor, se enganchan con un atorrante que, por su propia inestabilidad y/o holgazanería, difícil que cumpla ese rol?.

Este es el último capítulo analítico del libro…¡Y obvio no me podía despedir sin volver a…la prehistoria!.

El hombre de hoy no necesita de una fortaleza física exuberante para proveer del alimento y todo lo material que la mujer requiere.Es más, los trabajos mejores pagos, son los que requieren de menos fuerza física…Pero, una vez más: Conductas que se practicaban en la prehistoria, necesidades de aquella época, marcan todavía-por volverse instintos-el comportamiento de hoy…El hombre prehistórico cuanta más fortaleza física y rudeza tenía, con más facilidad lograba sus objetivos, los cuales simultáneamente eran objetivos deseados por sus compañeras…El “hombre de las cavernas” era rudo, recio por naturaleza, y no se manejaba con otra cosa que no fuera la fuerza bruta.Estas características-sumadas a una pizca de inteligencia-eran las que le permitían una caza exitosa, un posible triunfo en la lucha contra otros grupos por la caverna o mejores territorios…Demás está decir que el hombre de hoy, para ser exitoso materialmente, no necesita de esas características.Es más, generalmente los cargos mejores pagos, las actividades laborales que más dinero reditúan, son las que requieren el menor esfuerzo físico (pregúntele a cualquier empresario, banquero…).Dicho de otra manera: Debido a como se fue desarrollando la economía, en general hoy se necesita más de características mentales (inteligencia, perseverancia…) que fuerza corporal para ser un exitoso trabajador y por ende gran proveedor.
            

Para muchas (¿la mayoría?) de las mujeres, el hombre recio-y entiéndase un tantito violento-es el más deseado (luego aclaro lo de violento…Ya sé que se les pusieron los pelos de punta)...En la prehistoria era así (aunque la inmensa mayoría de los hombres tenían características de conducta más que similares entre ellos, ya descriptas antes, y la mujer no tenía mucho diferente que elegir).Como ya he dicho, el hombre más violento era el que más éxito tenía en la caza y en la búsqueda (peleas con los hombres de otros grupos) de las mejores zonas para instalarse, lo que representaba nada menos que la supervivencia.Además el más fuerte era el que-en una época sin leyes, en la que solo reinaba la fuerza-se erigía en el líder natural de su grupo de hombres.Y el líder era el que administraba los “materiales”...A pesar que las cosas han cambiado mucho desde aquella época hasta hoy, en lo instintivo de la mujer se conserva, por esa causa, esa predilección hacia el hombre rudo, fuerte.Inconcientemente creen ellas que si el hombre no es recio (léase hoy "un tantito violento"), no es macho o no tan macho...Ellas sienten al macho, si este las trata un tanto mal de vez en cuando, no digo física, sino espiritualmente.Algo así como el “psicopateo”...Por eso, el cavernícola del ayer, es el atorrante de hoy.

Ellas no creen que un hombre caballeroso no sea macho, pero más macho consideran al tipo atorrante.¿Por qué?.Porque lo masculino va emparentado con la fuerza, la rudeza.En cambio lo femenino va con la suavidad...Pero un auténtico caballero es, en verdad, tan macho como un atorrante.

Todo esto que estoy diciendo se puede comprobar muy bien al observar el comportamiento tanto femenino como masculino en la adolescencia.Durante esta etapa nos manejamos más que nunca, en temas del amor, guiados por las pulsiones.Casi nada se deja al raciocinio…Un adolescente que ante una situación violenta frente a un par se maneje como un maestro Zen o pretenda ser un émulo de Gandhi, es catalogado de “flojo”, tanto por los hombres como por la mayoría de las mujeres.Para estas, el que no renuncia a la pelea o directamente es pendenciero, es el “hombre de sus sueños”.Ni que hablar si muele a golpes a alguno.Eso es uno de los rasgos del “canchero”.Y las mujeres buscan a los“cancheros”.Y los muchachos adolescentes bien que lo saben, por eso, con distintos estilos, a esa edad se es pendenciero, y se demuestra esta característica haciendo aspaviento y mirando de reojo para ver cómo van reaccionando las adolescentes.Los varones saben que dicha actitud les asegura más posibilidades de “levante”…Sí, los adultos me podrán decir que eso es solo durante la adolescencia, pero con lo que expliqué anteriormente y lo que me queda por dilucidar en este capítulo, queda demostrado que en el comportamiento adulto, tanto femenino como masculino, perviven importantes “residuos” de esa conducta adolescente.

Otra manera de darnos cuenta es prestando atención a lo siguiente…¿Con qué hombres-platónicamente-sueñan las mujeres?: Galanes de TV/cine, cantantes melódicos, rockeros…Es verdad que muchos de ellos terminan “sentando cabeza”, pero hasta antes de ese punto-cuando millones de mujeres ya suspiraban por ellos-se mostraron con relaciones súper pasajeras (más de una terminada con un escandalete), nada “familieros”, problemas de adicciones, en medio de denuncias (serias o no) de maltrato psicológico y, hasta en algunos casos, físico…Pero no importa: Son hombres “perfectos”…Y que sean hombres inalcanzables para las mujeres “comunes”, no quita lo que digo:El trasfondo, la pulsión o instinto está…Es sabido-o por lo menos sospechado con fundamento-que los productores o managers que manejan las carreras de esas “estrellas”, aconsejan a estos retrasar sus ansias-si es que realmente las tienen-de casarse o de mostrarse como hombres “comunes”…¡No hay que perder fanáticas prematuramente o apuntar a un “target” equivocado!  

Pero ojo, a las mujeres les gustan ese tipo de hombres durante la seducción, la conquista y los primeros meses de la relación.Después, si la relación se consolida, intentarán que el hombre cambie para bien (es decir, que las empiece a tratar con caballerosidad y tener todas las características del caballero que antes mencioné), porque bien saben ellas que ese tipo de hombre (el atorrante) tiende más que otros a la infidelidad, a perder la capacidad de proveedor y es inestable como pareja.Hay excepciones, ya que mujeres se bancan a parejas así de por vida.Mientras dura el enamoramiento químico, se entiende, pero una vez terminada esa ilusión, ese engaño, ¿cómo es que continúan con tipos así?.Yo creo que no hace falta análisis.Esas mujeres no tienen “todos los caramelos en el tarro”.

Una amiga me dijo algo que tiene que ver con esto: “Las mujeres siempre confiamos en que al hombre lo vamos a hacer cambiar” (para bien o para lo que a ellas les conviene)…Un conocido cantautor, el cual según su propia descripción de su personalidad es un atorrante consumado (trasnochador, “fiestero”, bohemio, infiel con casi todas las parejas que supo tener) dijo: “Para noviar, ellas nos buscan atorrantes…Pero una vez que nos casamos o convivimos, luchan para que cambiemos…Y yo les digo, “¿cómo?...¡Vos te enamoraste de un atorrante!…¡Bancátela!”.Este cantante es muy admirado por mujeres (la mayoría maduras) debido a las letras de sus canciones, que en un 90% hablan de sus correrías (y también sufrimientos) de atorrante…

Voy a aclarar aquello de que las mujeres prefieren al hombre un “tantito violento”…No estoy hablando del hombre golpeador o quemador (característica esta última de mucha actualidad…), sino de una violencia, vehemencia que se expresa en gestos, gritos…En promesas incumplidas, de las que el hombre rechaza con gestos recios o hasta insultos el pedido de explicaciones hecho por su amada…Aquel hombre que les “falla” más de una vez, con impuntualidades extremas, “desapariciones”, etc., de las que no da ninguna explicación por más pedidos que haya.Y que cuando las da parecen una tomadura de pelo.Aunque parezca mentira, muchas mujeres y de todo tipo-cándidas, tímidas, seguras de si mismas, con mucha personalidad, feministas, etc-se bancan a estos tipos, se bancan ese psicopateo.Y esto es violencia a nivel mental…Con el “tantito violento” (atorrante) también la mujer se siente más protegida ante cualquier abuso o ataque que pueda recibir de un tercero.Aunque como lo caballero no quita lo valiente, lo atorrante puede ser (y lo es en muchos casos) también cobarde…

También la mujer tiene la idea (errada en la mayoría de los casos) que el atorrante es  mejor  o “más sabio” en la cama…Esto se debe a la rudeza (como ya dije, en el “momento cumbre”, la mujer no pide suavidad…), y  a que el atorrante gusta de contar a los cuatro vientos sus múltiples conquistas y aventuras sexuales, lo que, supuestamente, lo ha convertido en “experto”…Aunque muchas veces esto no es así…”Dime de que alardeas y te diré de que careces”.Con esto las mujeres pretenden (sueñan) que el hombre sea un (buen) “conductor” hasta en la cama…

Para redondear la idea, les diré lo que hace años me aconsejó una amiga, bastante madura y muy centrada, ante un fracaso que tuve frente a una candidata…Después de narrarle el hecho, en el que yo sufrí de manera indudable un gran caso de histeriqueo y en el que, tras ese “no”, yo reaccioné como un caballero, esa amiga me dijo: “Sos demasiado caballero…Si en ese momento, luego de decirte lo que te dijo, le hubieras agarrado con mucha fuerza la muñeca…Un tironcito…Hacerle sentir tu

fuerza, tu energía…Dientes apretados…Hoy ella estaba saliendo con vos”…¡¡¡Plop!!!.
"Si una mujer te rechazó, es preferible quedar como un atorrante antes que un caballero…Así hay muchas posibilidades de que se arrepienta y…”

                  De un hombre (con “levante”) a otro hombre.

                  
   “A toda mujer no le viene mal un cachetazo por lo menos una vez en su vida”

Frase dicha por el hombre históricamente más deseado por las mujeres…Después de decirla, NO se vino abajo su atracción…Alain Delon.

jueves, 12 de enero de 2012

Capítulo 14: LA LOCURA ESTÁ DE MODA Hombres y mujeres en internet


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                                           “Acá estamos muy locos…

                                                    Pero afuera hay más

                                                         y peores”.

                             
                                         Un interno de un neuropsiquiátrico



El mundo del “internet sentimental”, compuesto por cientos de páginas que prometen a los solitarios y buscadores facilitarles el éxito en la búsqueda del “amor de la vida”, puede ser una auténtica fiesta para los psicólogos, psiquiatras o simples amantes de estas ciencias.Yo creo que no está lejos (si ya no se lo hace) el día en que estudiantes de esas carreras hagan sus “residencias” analizando chateos de los “ciber-buscadores de pareja”.Lo que narraré a continuación son, como los otros relatos, hechos reales.¡¡La mayoría sufridos en carne propia!!.Por eso todo lo que diré y opinaré será con “conocimiento profundo de causa”.Obvio, mis casos tienen que ver con el accionar femenino en la “red”, pero también citaré casos contados por mujeres en los que, por ende, son los hombres los que muestran el lado “racional” (no omitan las comillas).

Cuando una vez me aconsejaron “buscar mujeres con fines serios” por internet, me hice una pregunta, nacida de una sospecha…Todavía no les diré ni la pregunta ni la sospecha que tenía.Pero lamentablemente, sospecha confirmada…

He conocido a muchas mujeres por Internet, a través de chateos.Con muchas concreté citas.Y con tres de ellas relaciones, aunque breves, muy intensas…Todas prometían no tener ninguno de los defectos de género (materialismo, histerismo…).Pero, pasados unos chateos o citas, salvo con una de las que llegué a tener esa breve relación, ninguna cumplía con esas promesas.Los casos son más patéticos que con las mujeres que uno conoce de manera personal desde “el vamos”, ya que es fácil prometer, decir cosas computadora mediante, y no “mirada a mirada”.Gracias al chateo, los seres humanos se sienten más liberados en algo que aman: Mentir, fingir, aparentar…Ese es el principal problema de “conocer” a alguien por computadora.

 Me han contado mujeres que hombres que se van presentando “caballeros” y buscando una relación “seria”, en cuanto sienten determinada confianza, no dudan en exhibir sus penes por la web-cam…U otros que juran no tener hijos, pero en la primera cita, luego de semanas o muchos días de chateo, se desmienten y hasta se despachan con que están casados…

Todas las mujeres que he conocido por Internet se mostraron muy interesadas en mi.Si por unos días no se daban los chateos, encontraba mails de ellas, con frases amables con las que preguntaban que “era” de mi…Los chateos se reiniciaban.Todo bien…Me ocurrió tres veces que mujeres-tras varios chateos y fotos-decían “ya” gustar de mi y que solo esperaban esa primera cita ya acordada para “concretar” (por lo menos el inicio formal de la relación de pareja, no daban a entender en lo sexual)…Ante esas tres (como ante todas) yo no me mostré calentón (creo que con todas las ideas que expresé en este libro, no hace falta aclarar porque) ni tampoco, obvio, como un sacerdote…Equilibrado.Con ganas, pero no baboso. Les decía que, por mi parte, si bien me parecían ellas agradables y bellas, era importante, esencial el primer encuentro personal, “porque ahí se ven otras cosas.Se confirman o no sentimientos, etc”…Ellas encontraban razonable aquello y  confirmaban por esto una vez más-siempre según sus palabras-mi madurez, pero reafirmaban que para ellas yo “ya estaba”…Seguimos chateando.Ellas cada vez más expectantes con la cercana cita…Y, desaparecieron…¿¿¿¿¿¿¿¿…..?????????...¿Qué se puede decir?...Otra, divorciada, con una hija, se mostraba muy acaramelada conmigo.Vivía en Córdoba y me dijo que “por vos pedí un adelanto de la mesa de examen que tengo que dar en Buenos Aires…Para poder tener una cita con vos lo más pronto posible”…Todo siguió viento en popa.Ya antes de eso habíamos “cruzado” fotos y nos encontrábamos mutuamente agradables…También decía ella no tener ninguna duda y que la primera cita era una formalidad, en la que-siempre según su sentir-iba ella a confirmar que yo le gustaba y todo lo bueno que veía en mi y lo bueno que yo decía tener (obvio que esto a mi no me parecía nada sensato…Hay que conocerse personalmente para comenzar a atisbar si una persona…).Decía que su hija era algo “sagrado” para ella.Y un día, vía Skype me…hizo hablar con su hijita de tan solo seis años…A los que les contaba este caso, me decían: “Es verdad, la mina está remetejoneada…Las minas que tienen hijos no están en la joda, en el histeriqueo adolescente…Y más, si te hizo hablar con la hija…”…Se sumaron chateos, en los que ella ya hacía proyectos considerándome su hombre (¡¡¡…!!!).Que quería tener más hijos, que quería irse a vivir conmigo a un típico pueblito serrano de Córdoba, etc.Ante todo esto, yo me mantenía, como ante todas, equilibrado.Con ganas, pero medido…Por momentos, por la firmeza de sus dichos y presentimientos, me hacía tener la sensación tipo alucinación de que ya nos conocíamos, de que ya éramos pareja y ella se había ido a probar suerte a Córdoba…La fecha de su llegada a Buenos Aires estaba muy próxima.Todo siguió bien…Hasta que un día, en un diálogo telefónico, la encontré más fría que los dos polos juntos.Pero igualmente la conversación terminó bien.Al día siguiente me envió un mail donde hacía análisis psicológico de mi personalidad (no me conocía personalmente…Ni era psicóloga…), en el que establecía que yo no tenía una personalidad acorde con la de ella para que la relación fuera a funcionar…¿Qué ocurrió en esas últimas 48 horas, luego de que se despidió en el chat como siempre muy confiada en mi?.No sé…¿Tal vez venía chateando con otro y comenzó a encontrarlo a ese más potable?...Puede ser, pero ante esa posibilidad, ¿daba para haber dicho todo lo que dijo y proyectado todo lo que proyectó, y hacerme hablar con su hija?…

Otra mujer, viuda, con dos hijos adolescentes.Algo que da seriedad, ¿o no?...Me dijo “43 años”, foto mediante.En esa foto parecía tener más, pero a veces las fotos…Nos citamos…Debería tener 43 en cada arruga…

Otra siempre aclaró que si luego de la primera cita no había “onda” para pareja…“¿Por qué no quedar amigos?”.A lo que yo respondí afirmativamente…Ya en el segundo chateo propuso hablar, y se extendió largamente, sobre nuestras preferidas posiciones amatorias...(entiendan porque he cerrado la frase con puntos suspensivos).Se dio la cita…No hubo reacción química mutua, pero la pasamos muy bien…Poco después, estando yo de vacaciones en la Patagonia, me pidió que le trajera piedritas…Al volver, luego de comunicarle que tenía las piedritas, me envió un mail en el que me decía que deseaba cortar la relación porque “no te veo como mi posible pareja”…¿Y la amistad?...Y no me digan donde debo meterme las piedritas…

Con otra todo no duró más que una noche (menos mal…Ya verán)…Empezamos a chatear y enseguida nos propusimos mutuamente hablar de cosas profundas…Después de “escucharme” unos renglones, embaló como un fórmula 1 y comenzó a darme palos: “¿Qué cómo pensás eso?...¿Y por qué eso?”, etc..Parecía que yo era el hombre que contenía en mi humanidad todos los defectos más despreciables del género masculino…¡¡Y ella lo había analizado y descubierto en tan solo 10 renglones en 10 minutos!!...Además comenzó a despotricar contra todo el género masculino, lanzando consignas feministas en extremo (todos los extremos son malos).Yo me mantuve calmo, y cuando pude por fin escribir un rengloncito, pidiendo si yo podía meter algún “bocadillo”, escribió…”Disculpá, disculpá…Me doy cuenta…Me fui de mambo…Mi psicólogo tiene razón…Perdoname.Chau”.Y cortó…

Otra, que se había mostrado muy dulce y racional por chateo y mails, propuso diálogo telefónico.En ese diálogo la encontré muy agresiva, inquisidora.Para despacharse, como pidiendo disculpas, dijo..."Es que en realidad...le tengo fobia a los hombres".A lo que le respondí, "hacé terapia o buscá mujeres".Insultó y cortó.

No quiero seguir más, porque con cambios de estilo y nombres, es más de lo mismo: Mentiras por doquier, histerismo, cinismo, inestabilidad emocional,

deshonestidad, cambios repentinos de opiniones y de humor, desapariciones…Eso es lo que hay, según mi propia experiencia y la de muchos otros, en el mundo sentimental de Internet.Mujeres que intentan mostrarse seguras, pero que no se dan cuenta que demuestran enorme inseguridad.Mujeres que (no saben que no se me escapa nada y que tengo enorme memoria) no “resisten” dos chateos seguidos, ya que me di cuenta que de un chateo a otro mienten en algo abiertamente y ellas ni se avivan que se desenmascaran…Ahora eso sí: Cuando yo les hice notar esas discordancias, me calificaban de jodido, “perseguidor” o detallista enfermizo…Como lo dije en otro capítulo:A la mayoría de las mujeres no les caen bien los hombres que “les ponen los puntos sobre la i”.Lo califican de machismo dominador.Eso sí, cuando una mujer lo hace hacia el hombre es una mujer que está luchando para no caer en las redes de un embustero o luchando para hacer madurar a ese hombre…

Creo que el medio cibernético, con su principal característica-la lejanía y el anonimato–propicia todo esto.Propicia que personas-hombres y mujeres-que tienen enormes problemas para relacionarse, se hagan las “normales”, y se animen a decir cosas-supuestamente positivas y constructivas-que no se animan a decir en una cita “cara a cara”.Y que llegando el momento de la verdad-la cita (que ellas y ellos muchas veces propician)- ilusionados en llegar a solucionar su problema psicológico de relacionarse, no aguantan la presión y se les “cae la careta” mediante el “yo no dije eso”, “No sé, estoy confundido/a”, desapareciendo, etc.

En medio de estas experiencias personales, y también por lo que me cuentan otras víctimas del mundo cibernético, vengo a caer en la cuenta que hay personas que han desarrollado una evidente adicción al chateo / mail, que hace que, en realidad, nunca deseen llegar a tener una cita con el que está del otro lado de la pantalla, por más que juren que un día quieren tener un encuentro personal…Les resulta excitante estar conociendo a alguien por ese medio (será porque así son modernas y están en la “onda”…), pero de última, no le encuentran atractivo-debido a la adicción cibernética-concretar una cita, es decir, pasar de lo virtual a lo real.O si la concretan, más allá de lo que prácticamente le juran al otro (la víctima) sobre que la pasaron muy bien en ese encuentro y que por ende esperan una segunda cita, esgrimiendo “x” motivos o situaciones nunca la terminan aceptando…Son esas personas (tanto hombres como mujeres) que se jactan cancheramente…”Ay, yo tengo 15 amigos (candidatos) en el chat /Facebook”…Cualquiera que los escuche podría entonces envidiarlos.Pero no lo haría si tomara conocimiento que en la inmensa mayoría de los casos no concretan nada.Esos humanos-tal vez por malas experiencias en el mundo real (conocer a alguien de “carne y hueso”) no quieren saber ya más nada con conocer a alguien, pero las ganas tiran, y el virtualismo del chateo las hace fantasear con que no tienen ninguna limitación psicológica y que en algún momento concretarán la cita…Cosa que, en estos “humanos plastificados”, nunca se concreta.Y si ocurre, que el otro no sueñe con un segundo encuentro.Esto se me demuestra también con una investigación que realizo: Tengo publicados dos avisos “sentimentales” en un sitio de internet, con diferentes nombres (aclaro que son avisos en serio, es decir, si responden, yo comienzo los chateos para ver como fluye el asunto).En ambos digo lo mismo, salvo que en uno aclaro que veo al chateo/mail solo como un conocimiento preliminar, pero frío y obviamente impersonal.Y que por lo tanto después de unos pocos chateos, si hay “onda”, mi idea es proponer una cita (disponiendo la mujer el lugar y la hora), cuya aceptación no es ningún compromiso a futuro (solo el compromiso de no dejar “plantado”…), solo la oportunidad de pasar a conocerse de manera auténticamente personal, y después ver como fluye el asunto…Bien, aunque no haga falta, lo digo: Al aviso que no tiene ese agregado contestan muchas…Al otro, muy pocas.Conclusión: En internet pululan, por lo antes explicado, muchas  personas que en verdad, por más “onda” que haya, no tienen intención de concretar citas.

En los primeros renglones de este capítulo dije que yo tenía una sospecha de las mujeres que por Internet buscan pareja…Saben ya que la mujer tiene el levante (para algo serio o no) mucho más fácil que el hombre…Para más (y ahí se me fue confirmando) ninguna de las mujeres con las que chateé y cité era un bagallo.No solo eso, eran todas mujeres bellas.La que menos, por lo menos medianamente apetecible.Y ninguna era una desahuciada o reventada de la vida, tenían buen nivel cultural.Es decir, despertaban la sospecha de cómo o porque debían recurrir al mundo cibernético para…Entonces, si tenemos en cuenta estas características: La mujer tiene el levante más fácil, son bellas y jóvenes (30-40)…¿Cómo es que están buscando YA a esa edad macho por Internet?...(ya expliqué en otro capítulo que la mujer siempre tiene mayor oferta de candidatos que los hombres, sin necesidad de caer en internet).Lo que yo sospechaba-y por eso “el plato” que pueden hacerse los psicólogos y psiquiatras-…“Cuánto “cable pelado”, “cuántos caramelos que faltan en el tarro”.Y lo comprobé en todas.

Pero aunque parezca mentira, esto no es lo más triste…Lo más triste y espeluznante es que la mayoría de estas “mujeres cibernéticas” son minas comunes: Son trabajadoras, tienen sus amistades, son catalogadas de “buenas personas” y llegan, de una manera u otra, a entablar relaciones más o menos duraderas (¿qué hay que pensar de los hombres que las bancan por el tiempo que sea?).Con esto vemos que las relaciones sentimentales entre ambos sexos atraviesan una indudable crisis.

          “El chateo…Aquel medio por el que te contactás con gente a la que decís tenerle afecto, pero que ni por puta querés ver personalmente”

Capítulo 13: QUIERO, NO QUIERO, QUIERO, NO QUIERO, QUIERO...¿No saben las mujeres lo que quieren?


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"Después de tanto estudiar la mente humana,

                 me lo sigo preguntando…¿Qué quieren

                                              las mujeres?”.

                                                   Sigmund Freud
                 

Sabiendo que el padre del psicoanálisis expresó eso, analizar este tema puede ser tan estimulante como nadar en el riachuelo…¡¡Pero allí voy!!.

¿Realmente no saben las mujeres que desean o es solo una estratagema en los escarceos previos al inicio de una relación?.O no solo en los escarceos, ya que una vez iniciado el vínculo, y hasta consolidado, siguen con esos vaivenes existenciales…

Es muy típico de las mujeres mostrarse esquivas sin decir “agua va” luego de haberse abierto confiadamente.A veces sucede a la inversa, pero muchas menos veces.Decir hoy “sí”, y mañana “no”…Aceptar, y días después, no aceptar, sin que haya mediado el más mínimo cambio en la calidad de la relación, ni haya ocurrido algo positivo o negativo en su vida, o ni siquiera les haya arribado el “periodo”...Con lo último no intento ser chabacano, porque bien se sabe que eso les altera el comportamiento…Seducir, como la mejor, pero cuando uno “toma la invitación”, se echan atrás…Dicen gustar de los caballeros, pero enganchan al primer atorrante que se les cruza.Y etc., etc., etc…¿Por qué ocurre esto?...¡¡Capaz que ni ellas lo saben!!.
A esta conducta los hombres la llamamos “histerismo” o “histeriqueo”…Es el “calentar los motores” (y no hablo solo a nivel sexual), pero luego, cuando hacemos un avance más que lógico, nos reciben con una barra de hielo…¿Qué pasó en medio del proceso?.¿O antes?...¿Es todo una estrategia?.

Veamos la descripción, por las propias víctimas, de dos casos reales.

1)La primera vez que estuve con ella, ella era muy amigable.Le pedí un favor y me dio más de lo que yo pedía, le daba risa cuando la coqueteaba,  o sea, estaban todos los signos.Después de un fin de semana cambió completamente. Fría, súper tímida, algo grosera y miedosa conmigo, como si yo fuera un completo desconocido o le hubiera hecho algo malo. Me quiso dar celos con un tipo.
Al fin, pues, yo decepcionado me alejé de ella, pensando que no le gustaba y después comienza a darme sonrisas coquetas y yo me le acerqué …Pero volvió a ignorarme completamente.Ahí me enojé…
Unos días luego ella comenzó a mirarme así como curiosa, aunque a veces me miraba feo cuando me acercaba a ella pero no decía nada. En una de esas que me estaba mirando feo decidí no retirarle la mirada y como que se asustó. Siguió así como enojada conmigo y cada vez que la miraba, miraba para otro lado o ponía su cara de enojada y trataba de no mirarme. Me ignoraba y así siguió por varios días.
Después de algún tiempo se volvió mas tímida y mas sumisa, simpática, pero yo le dije que ya era muy tarde y que yo ya no tenía las mismas ganas de antes. A partir de esa respuesta mía…ella volvió a ser la del principio: Me coqueteaba…

2)  Desde hace tres meses he venido sintiendo algo muy especial por una chica, la cual casi no puedo ver por cuestiones de trabajo, y por eso poco a poco he tratado de conocerla, e inclusive he tenido citas con ella.El problema radica en que cuando yo tenía planeado hablarle de mis intenciones hacia ella o le he enviado indirectas, ella como que dio un paso atrás y de repente todo me lo ha vuelto complicado…Para las citas me dice que si pero luego cancela. Cuando trato de hablar de otra cosa que no sea trabajo me evade el tema, sale con otras gentes amigas o amigos, cuando antes no lo hacia, es decir, siento que cuando ella se dio cuenta de que me gusta sin que yo se lo haya dicho aún directamente, cambió de actitud con respecto a mi.No me trata mal, pero tampoco me permite llegar a conocerla.Ante esa actitud me he alejado un poco pues me siento desconcertado.Pero últimamente todo se ha vuelto charla por chat, las cuales ella propicia, y las pocas veces que me ve, noto como que me trata diferente que a los demás muchachos, con más dulzura…¿Por qué son tan  complicadas las mujeres?...Me siento como en una película con muchísimo interés, pero de repente ya dejé de entender la trama y no sé que hacer.

¿Por qué hacen esto?.A veces lo hacen de cínicas (esas son las que están inapropiadamente fuera del neuropsiquiátrico).Otras es que tienen problemas psicológicos de indecisión, miedo a relacionarse por malas experiencias en el pasado, etc...Pero, bueno, las ganas “tiran” y por eso en un primer momento se muestran abiertas…Ante esto último, si ellas no ponen empeño para mejorar (una buena vía es hacer terapia), nada se puede hacer...También, y estaría del lado del cinismo, puede ser que seduzcan a alguien que realmente no les gusta lo suficiente para pareja.¿Por qué lo hacen?.Si ven que la "víctima" cae, es decir, han enamorado o por lo menos calentado al hombre, levantan su (la de ellas) autoestima, posiblemente caída por una reciente o no tan reciente ruptura amorosa, en la que seguramente fueron ellas las despechadas.Esto es muy común en las mujeres: Levantar su autoestima calentando al primer pelotudo que les cruza.
¿Por qué las mujeres son tan complicadas?...Hay un refrán que dice "la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer"...¿Qué quiero decir?...En el inicio de las relaciones somos los hombres mucho más calentones y desesperados que ellas (ya expliqué porque).Sobre todo en lo sexual (no significa que a ellas nos les guste...Una vez que se liberan son una máquina).Y eso no se puede cambiar.Es instintivo.Por otra parte ellas, concientemente o no, saben que la conquista es siempre más fácil para ellas que para los hombres (por lo antes explicado).Además ellas soportan la soledad mejor que nosotros...Por todo ello, ellas se dan el lujo de ser muy exigentes al inicio de una relación (allí está lo de "difícil" que son) porque saben que el hombre está más desesperado que ellas para iniciar la relación y por ende el varón será el primero en ir cediendo en sus pretensiones.Repasemos algo que ya dije: Un muchacho agraciado tendrá, con suerte, a dos mujeres peleándose por él...Una chica de belleza apenas aceptable (y hasta feita), si se muestra abierta (abierta en el buen sentido espiritual de la palabra y en el sexual), tendrá a 10 de nosotros haciendo fila, con la lengua afuera.Y tiene para elegir...¡¡Imagínense una linda o de belleza media!!.


 Ante esto, ante la mayor cantidad de ofertas de candidatos que tienen a comparación de los varones, la mujer sopesa mucho a cada uno que le propone una relación o que sea un simple candidato.Debido a ello es que, en medio de sus pensamientos, comparaciones, cálculos, elucubraciones, se producen sus vaivenes, sus “sí-no”, sus “siempre-nunca”, sus “hoy te seduzco-mañana no”…Están calibrando a los candidatos.Y si en ese momento solo tienen uno, igual especulan, porque bien saben ellas que, rechazando a ese, otro enseguida aparecerá en el firmamento.Esto lo puedo graficar con la siguiente metáfora, que yo llamo “El ropero del rico y el ropero del pobre”…Los hombres somos todos pobres.Por ende abrimos el ropero, y más allá de las condiciones climáticas y la ocasión, elegimos enseguida que vestir, porque mucho no tenemos…Las mujeres son ricas.Su ropero rebosa de prendas…Saben que quieren, según el clima y la ocasión, pero ante tanta oferta tardarán en decidirse.

Tal vez más de uno esté pensando que yo exagero en cuanto a esta estrategia plagada de “cálculos” y sopesamiento, porque después de todo, la mujer también desea encontrar de una vez por todas pareja para procrear y formar familia, o, en menor caso, simplemente para terminar con su soledad, y no se puede dar el lujo de rechazar a alguien cuando este es su único candidato y le agrada…Pero fíjense en un detalle importante (siempre hablando de candidatos para relación seria y no simples revuelques): Cuando un varón rechaza a una candidata que le agrada (algo poco común) puede sentir que está ante una gran oportunidad perdida, pero no ocurre lo mismo en la mujer: Las mujeres, como amigas, son mucho más celestinas que los varones como amigos.En síntesis, una mujer en soledad sabe que sus amigas van a intentar a destajo siempre acercarle candidatos.Por eso su tranquilidad cuando rechaza.Y en vez de preguntarnos porque la mujer tiende a ser tan celestina, debemos preguntarnos porque los varones como amigos son muy poco celestinos: Una vez más la mirada machista de las cosas…El hombre, como macho que es, debe ser siempre (mandato o cliché social) FUERTE.¿Qué implica esto en esta cuestión?...Que se sostiene que el auténtico macho debe “proveerse” a sus candidatas por sí solo…Para una persona que está ávida de tener una relación seria, mientras que en sus ámbitos acostumbrados no tiene candidatos, es bueno que sus amistades la ayuden en la búsqueda: Una vez más las mujeres se muestran más inteligentes o despiertas que los hombres.

Una amiga una vez me dijo…”Es verdad, somos inconformistas” ( “a confesión de parte…”).Es este inconformismo que nos hace decir a los hombres aquella famosa frase “a las mujeres no hay poronga que les venga bien”.Esa característica es un histeriqueo que se da en las relaciones ya asentadas.¿Por qué?.¿No hay ya un auténtico afecto que hace o que haga que la mujer deje de lado el histerismo como estrategia?...Pero, no, caballeros, no, no…Estamos olvidando algo.Como he dicho en otro capítulo, el término “caballero” está distorsionado cuando se lo ve desde el machismo.Es uno de esos costados del machismo que a ellas bien les cae: Porque ellas son el “sexo débil” y porque uno es el caballero (recordemos que esto a veces se distorsiona a “boludo”), tenemos que estar siempre al servicio de ellas.La mujer puede exigir cambios de manera permanente, estar hoy conforme con una cosa, y mañana disconforme con esa misma cosa tal como si se la hubieran impuesto y no sido pedida por ella.Como ella es la “débil” y nosotros los “fuertes”, somos los que debemos estar atentos a sus pedidos de cambios, a sus vaivenes de gustos, opiniones y demás.Y una vez más aquí se cumple el refrán: “La culpa no es del chancho, sino…”.Si un hombre no accede cándidamente a los pedidos repentinos y-en en muchos casos-incoherentes de su mujer, es un déspota, un machista recalcitrante, un esclavista.Pero, una vez más, vuelvo sobre un punto: El hombre, el caballero (en este caso la versión boluda del caballero) hará lo imposible por conformar siempre a su pareja, porque al menor “pucherito” de ella-preludio de un enojo mayor con posible amenaza de separación-ese hombre-miedoso mucho más que ella a la soledad-cederá, y cederá, y cederá…Esto del inconformismo es un juego que las mujeres hacen para tratar de sacar de su pareja el máximo “jugo” posible, para lograr el nivel más excelso que pueda ofrecerle el hombre en cuestión.Y ellas creen que merecen esto (más que lo que merece el hombre exigirles a ellas) porque son “damas”, el sexo débil…Por instinto y /o inteligencia, las mujeres saben manejar muy bien este asunto.

Antes de terminar con el tema quiero decir (para calmarlas…) que últimamente se observa también un histeriqueo masculino…Lo hay también, pero ni por asomo tan abundante como el femenino…Siempre que no sea por una patología psicológica (como sucede en muchas mujeres), sino por simple estrategia o revanchismo, como hombre que soy digo que hacer eso es una auténtica mariconeada.No va con el auténtico sentir del macho.Para bien o para mal, con distintas estrategias, con sus fortalezas y debilidades, el hombre siempre va (debe ir) al frente.

Ahora, bien…Más allá de todo esto, ¿saben las mujeres que quieren?...Sí que saben, y lo saben muy bien.Con claridad, con precisión, con agudeza.Ellas quieren, como ya sabemos, ante todo al hombre proveedor.Luego, si es posible, excelente padre y familiero, buen compañero espiritual y sexual.Con esto pueden sentir-equivocadamente o no-que han encontrado al “amor de su vida”.Pero es debido al juego de histeriqueo-que se pone en marcha para sopesar entre los distintos candidatos, por cinismo o por buscar levantar la autoestima-que pareciera que no saben que desean.Pero saben, saben

Un grupo de mujeres, muy alegres ellas, hicieron una visita a “La torre de las porongas”…Llegadas al primer piso, vieron una puerta con un cartel…”Dentro de esta habitación hay porongas cortas y finas”…La cara de desilusión era más que visible.Y dicha desilusión era más que lógica…No se desanimaron (nunca lo hacen) y muy vivarachas y con jolgorio subieron al segundo piso…Otra puerta, otro cartel…”Aquí porongas largas y finas”…Suspiraron por un lado, pero por la segunda características descripta, nueva desilusión…Tercer piso.No perdían la fe…”En esta habitación hay porongas gruesas y cortas”…Por la primera característica, todo bien, pero por la segunda…Cuarto piso, y aún no hallaban lo deseado…”Aquí hay…porongas bien largas y bien gruesas”…El grito de alegría del grupo femenino fue ensordecedor…Mas enseguida reflexionaron y fruncieron el entrecejo…Casi al unísono expresaron…”Demasiado…Asusta”…Ilusionadas con hallar lo ideal, llegaron al quinto piso…El cartel de la puerta decía…”Este es ultimo piso.Y tras esta puerta no hay nada.Y queda demostrado que a las mujeres no hay poronga que les venga bien”.


“Bueno, he estado esperando, esperando aquí tanto tiempo.

  Pensando que nada, nada podría salir mal.

  Pero ahora lo sé…

  Ella tiene la habilidad de conseguir todo lo que ve.

  Y parece que ahora me estoy enamorando, enamorando de ella.

  Ella parece tener un toque invisible.

  Ella logra tomar bien firme tu corazón.

  Ella toma el control y lentamente te destroza.

  Realmente no la conozco, solo sé su nombre.

  Pero ella se mete debajo de tu piel, y tu ya no serás el mismo.

  Y ahora lo sé…

  Ella tiene algo en lo que no se puede confiar, es algo misterioso.          

  Y parece que ahora me estoy enamorando, enamorando de ella.

  A ella no le gusta perder…Está siguiendo un juego…

  Y aunque ella te cague la vida, tu igual la querrás…”


                  Phil Collins


Esta canción refleja muy bien el “juego” del histerismo.Pero también el imán que ejercen las mujeres sobre los hombres (mayor que el magnetismo masculino sobre la mujer).La denigración masculina, aquello de que “un pelo de…”, que bien se aprecia en el último renglón de la letra….Je, je, el asunto, ¡obvio!, es …universal…

Capítulo 12: SOBRE LA NATURALEZA DE LAS COSAS IV ¡¡¡Sexo, sexo, sexo, sexooooooo!!!


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“El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores”.




“Sólo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo”.




“El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír”.



 
“¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?”


Ya dije en el capítulo sobre el enamoramiento y el amor que la práctica sexual es el puntapié inicial y base de toda relación de pareja.Lo espiritual, la concordia mental entre los dos integrantes de la pareja obvio que es importante.Pero así como el sexo no lo es todo, tampoco lo es todo la parte no sexual del amor.

Hipócritamente todavía, a pesar de estos tiempos de (supuesta) liberación sexual, se sigue viendo al sexo como algo “tabú”, como algo que no se puede ni se debe hablar abiertamente con los hijos ni con mayores con los que no tengamos relaciones amistosas íntimas o de una mediana confianza.Ante esto, si al sexo lo personificáramos en una persona, esta sería el ser humano más injustamente “ninguneado”.La persona que recibiría la más grande de las ingratitudes.En esta actitud frente a la práctica sexual se ve claramente como (lo dije en el prólogo) las religiones siguen influenciando en muchas personas en temas que tienen que ver con la relación de pareja.

Aún una mayoría de personas que conservan una buena relación con su pareja, dice, hipócritamente, que lo que más la une a su amor es la “comunión espiritual”, que el sexo es “…importante, sí….eh, pero algo totalmente secundario.Importante, pero muy por detrás de lo espiritual” Pero bien sabemos que el dejar de “funcionar bien en la cama” es una de las causales de separación más comunes…Sino pregúntenle a sexólogos y psicólogos.El no tener más “feeling” en la cama altera la vida, incluso, de aquellas parejas que funcionan bien en lo espiritual.O a veces, al revés: El mantenimiento de una buena práctica sexual conserva unidas a dos personas que, más allá de eso, no se llevan lo suficientemente bien en los otros ítems que hacen a una pareja.

Todo esto nos dice que el sexo es tan importante como la faz espiritual de la pareja.”Segundearlo” es de hipócritas…Y no nos debemos alarmar por su enorme importancia: La práctica del sexo es algo natural que, bien llevada, hace muy bien…No es un nefasto invento del Hombre.

Tal vez muchos de los que estén leyendo este libro me criticaron cuando yo he emparentado el comportamiento humano con el animal…Pero somos animales.Y así como se demuestra esto en la forma de “enamoramiento” (proceso químico) que ya expliqué, también se ve en la práctica del sexo…

Somos animales…Cuando nos dirigimos con palabras a nuestro ser amado, lo hacemos generalmente con mucha dulzura.Lo mismo cuando lo abrazamos, lo besamos…¿Pero se han visto ustedes sus rostros cuando están haciendo el amor y, ante todo, cuando la excitación ya va increscendo y se está cerca del orgasmo?...Los gestos no parecen indicar que se está amando…Son gestos agresivos, de mirada malamente penetrante.Muelas apretadas…El varón, frente a la mujer que ama, en el momento de éxtasis, tiene exactamente los mismos gestos que un violador en idéntico momento…Veamos a los otros animales…Un león sobre la leona…Por sus gruñidos y por como muestras sus colmillos parece que debajo de él hubiera una cebra.No hay diferencia en los gestos faciales ni en su mirada que cuando está dando muerte a un herbívoro o ya consumiéndolo…Al león le gusta hacer algo que a la leona le da enorme placer: Suaves-y a veces no tan suaves-mordiscos en el cuello…¿Les suena?...

Tanto el hombre como la mujer, en el momento cumbre, tienen más gestos de agresión, de instinto asesino que de amor en sí…Nadie sonríe en medio del orgasmo ni poco antes de este, ni hay miradas dulces y candorosas (“El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír”   Woody Allen).Y con sus miradas penetrantes hacia sus parejas, las mujeres piden más fuerza bruta en ese momento, y emiten pedidos de agresión y no afectuosos: Partime, rompeme, destrozame…La deformación, exageración de todo esto es el sadomasoquismo.En eso no somos como los animales…

En el sexo, a nivel estético, ¡¡¡¡es la mujer la que está en desventaja!!!...Increíble…Por lo menos en una les ganamos…¿Por qué?.Por el gusto de los hombres, las mujeres deben cuidar de sus senos, de su cola y sus piernas…El hombre, prácticamente de nada…

Sobre el gusto de los hombres de morder senos y succionar pezones mucho se ha hablado ya, desde Freud a nuestros días…¿Pero por qué los hombres tenemos obsesión por las gambas, cuando estas no son en realidad algo tan sexual como los senos, el culo y obvio la vagina? (una muestra de esto es que suelen ir bien destapadas, a diferencia de las otras partes).Ni siquiera como la boca y los labios, ya que al recorrer con nuestro labios las piernas no obtenemos el mismo placer que con un beso boca a boca…Sucede que las piernas son el camino más directo y cómodo al destino más deseado: La vagina…Si la vagina estuviera en las axilas, nadie le diría a las mujeres “qué lindas piernas tenés”…Y sí así fuera, hoy todas ellas estarían en los gimnasios tratando de estilizar sus brazos y no sus piernas.Además “el abrazo” de las piernas en la penetración (según la posición) es más importante que el abrazo propiamente dicho.

La mayor obsesión de los hombres (aunque esto puede variar según la idiosincrasia de cada país) es el culo…En las primeras etapas de la evolución humana, cuando caminábamos en “cuatro”, ese (el trasero) era el “paisaje” que el macho tenía por delante en las largas caminatas (o mejor dicho “gateadas”).Por atrás, era la posición en la que más arremetía el hombre, porque así la hembra era sorprendida y tenía menos posibilidades de defenderse.A esto también quizá se deba que la posición “perrito” sea la más apreciada, además de que proporciona placer en partes iguales a ambos.Y es la única posición que practica el resto de los animales.Recuerden que de ellos descendemos…Los antropólogos últimamente tienen una nueva teoría (que se agrega sin suprimir a las antes explicadas) de porqué la posición “perrito” era la más usual: En dicha posición el hombre estaba más alerta sobre el entorno, avistando pronto a cualquier congénere o animal carnívoro  que se acercara a atacarlos…También la cola es la única de las “partes sexuales” del cuerpo femenino que el hombre puede acariciar con suma comodidad cuando se besa de pie.El culo también hace que admiremos los grandes pechos…Si prestan atención, el nacimiento de la “raya” del trasero guarda enorme similitud a la “raya” marcada entre dos pulposos senos…

Incluso la vagina debe mantenerse en buen estado: No es agradable para los hombres que esta tenga labios muy dilatados.

El hombre en cambio-para y por el gusto de la mayoría de las mujeres-no debe cuidar obsesivamente ninguna de sus partes.Es indudable que la belleza femenina es muy superior a la masculina en cuanto a variedad…En los últimos tiempos se ha puesto de moda que las mujeres se fijen en la cola masculina.Algo impensado hasta hace pocos años.Y debido a eso muchas estarían en desacuerdo en cuanto a que-como afirmo-el hombre no debe obsesionarse con su físico tanto como lo hacen ellas.Para mi esto no es un sentimiento o gusto auténtico en las mujeres.Solo es una reacción para tratar de emparejar los tantos en el único ítem (teniendo en cuenta los espirituales y sexuales) en el que ellas están en desventaja.Algo así como…”Ustedes (los hombres) no se queden tranquilitos que también, como nos preocupamos nosotras por nuestro físico por culpa de la obsesión de ustedes, ustedes ahora también tienen que preocuparse”…Solo por eso dicen que se fijan en un “culito bien paradito”.No es creíble.Sobre todo por la rapidez con la que apareció ese nuevo gusto femenino.Es tan poco creíble como si de acá a unos escasos años los varones…dejáramos de fijarnos en el culo de ellas.Para constatar esta falacia de otra manera: Durante la práctica del sexo, ¿qué está más tiempo visible, teniendo en cuenta las distintas posiciones?: ¿El culo de la mujer a la vista del hombre, o el culo masculino a la vista de la mujer?...

Habrá casos de mujeres que no se bancan a los panzones, pero otras dicen que unos pectorales y abdómenes muy trabajados son algo totalmente artificial y nada agradable…Por cada hombre obsesionado en un gimnasio para mejorar determinadas partes de su cuerpo por pedido de su pareja o “para que me miren las minas”, hay 100 mujeres tratando de mejorar o mantener apetecibles ya saben que partes, en gimnasios o en quirófanos.En cuanto al famoso tema del tamaño del pene…El conducto vaginal tiene en promedio 10 cms de largo.El clítoris, que no está en el conducto vaginal propiamente dicho, sino en la unión de los labios menores de la vulva, es el que concentra la mayor parte del placer.Y la mayoría de las terminaciones nerviosas que dan placer dentro de la vagina, se encuentran en los primeros centímetros del conducto.Por todo esto los sexólogos afirman que un pene de 7 cms (lo que para todos los machos sería una terrible catástrofe…) da más placer que uno de “dimensiones soñadas” (léase enorme), ya que uno así puede provocar dolor en el útero…

Ya hemos visto que el varón tiene una avidez sexual mayor que la mujer.Y que debido a ello es recurrente la queja femenina del “solo piensan en eso”, como así también sea el hombre (siempre hablando del inicio de una relación seria) el que primero insiste con la primera vez entre ambos.Esto es una verdad irrefutable.Pero, debido a esto, a veces el hombre se ve inmerso en una “dictadura sexual femenina”.¿A qué me refiero?...A los hombres también a veces “nos duele la cabeza”…Sí, señoras…Aunque no lo quieran creer.No hay que confundir “mayor avidez sexual” con “siempre el hombre quiere, y enseguida”.En ciertas oportunidades un hombre, a pesar del enamoramiento que está sintiendo, no siente, no le “da” aún para “solicitar” (enseguida) el primer revolcón.Muy pocas veces pasa esto, pero pasa.¿Pero qué termina sucediendo?...Aunque parezca mentira, es el varón el que es presionado por la mujer para hacer el amor.Y cede.Por eso lo de “dictadura”.¿Por qué cede?.Porque sabe que es lo que piensan las mujeres en general ante esa situación: Las mujeres, frente a un caso así, tienen la idea de que ese hombre que están conociendo es gay, y las quiere usar a ellas de “pantalla” o de experimento para ver si cambia.O que tiene alguna disfunción sexual y por eso retrasa el momento a más no poder.Ante esto, cualquier macho que se precie de tal (más allá de la fortaleza de carácter que tenga) no lo piensa dos veces y se tira de cabeza en las sábanas, antes de perder lo que se conquistó…Es verdad que en ciertas oportunidades algunos de esos problemas son los que tienen los varones y por eso-extrañamente para los estándares habituales-retrasan el pedido de la primera vez.Pero otras muchas veces no es así, y ese varón heterosexual sin disfunciones sexuales, accede a hacerlo bajo presión, como muchas veces le ocurre a las mujeres en parejas recién en el inicio o consolidadas.Sepan las mujeres que esto ocurre.Poco, pero sucede.¿Y por qué un varón sin los problemas antes mencionados a veces no se muestra “encarador” en este asunto?...Una causa es realmente un misterio natural.A mi me sucedió una vez…Estaba muy metejoneado, pero no me daba aún para el primer revolcón.Y realmente nunca supe porqué…Obvio, unas citas más y fue ella la que me “buscó”…Y, tontamente o no (por miedo a perderla), cedí…Y me gustó mucho hacerlo con ella, con lo que se comprobó (lo digo para ustedes, porque yo no tenía dudas) que mi falta de insistencia no se debía a que ella no me gustara…Un misterio, como dije antes.Otra causa puede deberse a que todo hombre sabe que muchas mujeres son muy exigentes en lo sexual “desde el vamos”.Y bien que lo aclaran.Es decir, esperan que ese varón ya en la primera sesión amorosa entre ambos sea perfecto…Y bajo presión las cosas no salen bien…Muchas mujeres lo dicen abiertamente: En el primer revolcón le toman al hombre un auténtico examen.Si el varón no lo aprueba, ya ellas tiran abajo la incipiente relación.Obvio que muchos hombres también toman de manera “exprés” este examen a sus mujeres.

Dentro de este subtema (“primera vez entre ambos”) los hombres siempre tenemos que tener mucho “timing”, debemos saber manejar muy bien los tiempos.Aunque como ya afirmé, al no haber dos seres humanos mentalmente hablando igual a otro, en verdad no se puede hablar en general de “estrategias”…Bien, voy al punto:Para muchas mujeres, si un varón insinúa querer el primer revolcón al final de la tercera cita, ese varón es un degenerado...Para otras muchas, si un hombre no lo propone ya en la primera cita, es un estúpido “lenteja”…

Pero bien, si hasta aquí en este tema del sexo los hombres veníamos con más ventajas…Se nos acabó lo que se daba.Aquí viene otro aspecto en el que ellas están en ventaja…Y para más, tiene que ver con el centro de todo esto: El placer…En una única sesión de sexo, ¿cuántos orgasmos podemos llegar a tener los hombres?.¿Y las mujeres?...Está a la vista.En promedio, ellas pueden tener, en un mismo lapso de tiempo, más orgasmos que los hombres.Y no solo es una cuestión de cantidad, sino también de calidad.Un orgasmo masculino, es decir, lo que dura la eyaculación…Unos pobres segundos…Pero la mayoría de los orgasmos femeninos suelen durar bastante más que los nuestros.¡Hasta 23 segundos!...Además ellas, luego de experimentar numerosos orgasmos, pueden querer seguir “jugando”.Mejor dicho, “quieren porque pueden”.En cambio nosotros esperamos, luego de obtener la cantidad promedio de eyaculaciones, un descansito…El gasto de energía es mucho mayor en el hombre que en la mujer, por eso quedamos “en la lona”, y, cuando en la mayoría de las veces ellas piden más, nosotros la emprendemos con el cigarro, algún trago o “la meditación trascendental”...Esto cuando somos jóvenes.Pasados unos años, ya la emprendemos con los ronquidos.Es por ello que el hombre en general, luego de hacer el amor, se vuelve “frío” hacia la pareja.El hombre termina agotado o casi.De las tres posiciones amatorias más comunes-“el perrito”, “el misionero” y “ellas arriba”-, en dos el hombre hace todo el gasto.Por ello el hombre en el acto sexual tiene mucho más descarga física que la mujer, y por eso viene repentinamente ese lapso de descanso corporal, al cual muchas mujeres, rompiendo las bolas, confunden con frialdad o “extraño comportamiento”.

“Sofía y Juan-ambos muy jóvenes-terminaron de hacer el amor.Sofía quería más.En cambio Juan, de manera amable y hasta dulce, pero totalmente terminante, rechazó la “invitación” de ella, y quedó dándole la espalda y enseguida comenzó a dormitar…Obvio, Sofía, como toda mujer ante tal situación, quedó precocupada.Al otro día, estos eran los pensamientos de ambos…Sofía: “¿Que le pasará a Juanchi?…La mayoría de las veces que hacemos el amor, al terminar, queda así…Distante, frío, extraño…¿Será él...o yo?...Yo, sí, yo, seguro.¿En qué estaré fallando?.Pero, ¿por qué no me lo dice?.Él sabe que soy una mina comprensible y paciente…¿Cuál será la causa de su ya casi desamor?...Estoy preocupada.Yo le quiero mucho.¿Será que ya no me encuentra atractiva en la cama?.¿O será algo por fuera de eso?.¿Será porque el otro día le propuse casarnos o por lo menos comenzar a convivir?...¿O…?...¡¡Ya sé!!.¡¡Tiene otra, el muy desgraciado!!...Bue, no sé…Sea lo que sea, lo hablaré con él, porque su comportamiento luego de hacer el amor es muy grave”…Ahora el pensamiento de Juan: “Uff…Ayer, como casi todos, fue un día duro de trabajo.Estaba agotado.A ella tampoco la noté “a full”…Obvio, también labura y debería estar cansada.No obstante todo eso la pasé bien en la cama con Sofi”.